Agente causal
Virus del mosaico del pepino (CMV).
Se han reportado varias cepas.
Distribución
En todo el mundo.
Síntomas
Los síntomas de esta enfermedad varían mucho, dependiendo de las cepas de virus implicadas. A menudo, el virus atrofia a la planta, dándole un aspecto tupido. Los síntomas foliares pueden variar de un moteado verde ligero a una clorosis o necrosis severa, o un severo síntoma de “cordones de zapatos” en el cual las láminas de las hojas se reducen considerablemente dejando sólo la nervadura central de la valva. Los síntomas de los “cordones de zapato” (shoestring) son similares a los síntomas graves observados con la infección ToMV. Sin embargo, con los síntomas de los “cordones de zapatos”, la lámina de la hoja está usualmente más reprimida. El fruto se reduce en tamaño y a menudo se deforma.
Condiciones para el desarrollo de la enfermedad
Este virus tiene una amplia gama de hospederos (800 especies) de las cuales puede ser contraído por los áfidos y transmitido de una manera no persistente. CMV es principalmente un problema donde hospederos alternativos infectados sobreviven durante todo el año, así como en invernaderos. Una vez introducido, fácilmente pueden transmitirse de una planta a otra por medio de los áfidos. El CMV también se puede transmitir mecánicamente; sin embargo, debido a que es un virus inestable, las posibilidades de transmisión por medio de los trabajadores de invernaderos y sus herramientas es mucho menor que con un virus como el virus del mosaico del tomate (foMV).
Control
En los cultivos de invernadero, el control de los áfidos puede ayudar en gran medida a reducir la incidencia de esta enfermedad. La eliminación de la maleza y las plantas ornamentales que albergan el virus, así como el raleo de plantas infectadas, puede ayudar a reducir la propagación de esta incidencia del virus y la enfermedad.